Hace más de una semana me sometí a este proceso de micropigmentación para perfilar y rellenar los espacios vacios en mis cejas y hasta ahora ha funcionado bien.
Cuando digo que ha funcionado bien me refiero a 2 cosas súper importantes. Primero, la artista Ana María Gómez es súper profesional, el cambio fue súper conversado e hizo lo que yo buscaba, no lo que ella quería (suele pasar mucho en la peluquería). Segundo, el paso a paso del proceso de cicatrización ha sido tal como ella lo describió y no he experimentado deformación o reacción alérgica.
El microblading es un tatuaje de poca porfundidad y, por lo mismo, es muy importante no saltarse las instrucciones de cuidado: inmediatamente después de realizada la micropigmentación hay que limpiar las cejas con algodones mojados cada media hora y así evitar que se forme una costra. El segundo día hay que hacerlo cada 1 hora y el tercero cada 3. Como en la noche no se pueden limpiar hay que aplicar vaselina.
Después de esos 3 días no se vuelven a humedecer con agua, pero pueden echarse vaselina si las sienten muy tirates. Es normal que pase porque están cicatrizando. (Antes del microblading en la foto de arriba. Abajo Ana María mide y dibuja la zona a trabajar)
“Los 15 primeros días no piscina, no sauna, no depilación con cera, no maquillaje en la zona de las cejas, no hacerse peeling ni exfoliaciones ni tratamientos cosmetológicos”, dice Gómez categórica y explica: “Una exfoliación facial irritaría y nos sacaría incluso la tinta (del microblading). Si bien no hay una herida, hay una micro incisión que tiene que cicatrizar bien”.
Con el correr de los días van a ver que sus cejas se adelgazarán un poco. También es normal, pero si quieren lograr el grosor de cuando recién se sometieron al microblading pueden hacerlo el día 28 o día del retoque. (En la foto de arriba la preparación del pigmento y abajo la foto después de la pigmentación)
En mi caso, las cejas no se han adelgazado tanto, así es no creo que necesite retoque pero, por supuesto, voy a ir a la sesión de retoque porque quiero que Ana María revise el resultado y me confirme que todo anda bien. Y, lógico, les voy a mostrar ese resultado final.
Como les conté en mis RRSS y al principio de esta nota, mi intención no era engrosar mis cejas, sino rellenar los espacios que estaban sin pelitos y darles forma. ¡Me encanta el resultado hasta ahora!
Ustedes saben que cuando un producto o servicio no es bueno se los digo. En este caso, doy fe que el trabajo de la chilena Ana María Gómez es muy bueno. Hace años que vengo siguiendo lo que hace no sólo sobre cejas y, por lo mismo, me atreví a hacer este Pruebo y te cuento con ella. (En la foto de abajo se ve cómo están las cejas actualmente. El proceso aún no termina)
En el Instagram @anamariagomeztorres van a poder conocer más de su arte. Si de precios se trata, el microblading vale $130.000. Ese monto incluye el trabajo sobre las cejas y retoque de las mismas. Estuve averiguando y muchas personas cobran por separado ambos procedimientos.
Si alguna o alguno de ustedes se anima a hacerse el microblading me cuenta cómo les fue, ¿bueno? Quedo atenta. #SOYprueboytecuento